*Por Gabriela Mestelán
Por estos días escuchamos en los medios, supermercados, en las conversaciones cotidianas, tanta preocupación por las situaciones de violencia que han tenido como escenario las escuelas.
También a muchos nos preocupa la violencia que la policía ejerce sobre sus propios miembros y sobre la ciudadanía más indefensa (adolescentes y mujeres en su mayoría). Múltiples y variadas formas de violencia que no se explican fuera de un contexto de violentación institucional que se impone desde el poder político y que ayer quedó claramente ilustrado por una solicitada contra el campo firmada por los referentes de todas las unidades básicas de Río Gallegos, y prolijamente adornado con pasacalles para que no queden dudas.
En mayo del año 2007, el entonces Presidente. Kirchner decía en referencia al conflicto social que vivíamos en Santa Cruz: “cuatro patoteros no me van a cambiar los principios, no me van a doblegar la convicción...” Apenas un año después con la Argentina como escenario uno no puede ni imaginar qué principios y qué convicción pueden generar tamaña obstinación , tamaña actitud de confrontación, agravios, provocaciones intolerancia, irritación, persecuciones , necedad!!
Evidentemente es difícil hacerse oír cuando el poder no escucha, pero en este contexto resulta muy sencillo hacerse escuchar por tantos que padecen lo mismo y que están generando un grito ya imposible de acallar...
La convivencia democrática no se proclama, se propicia...
El diálogo no se pregona, se concreta...
La inclusión no se anuncia, se posibilita...
Paulo Freire sostuvo a lo largo de su fecunda vida que “cambiar es difícil, pero POSIBLE”, no sin cultivar una enorme honestidad intelectual, ni sin explorar los márgenes de libertad que este tiempo nos pone como oportunidad de operar cambios de mirada y concretar cambios de dirección.
Entre lo pasado y lo por-venir contamos con esta multifacética realidad; entre la bronca y la resignación: nos queda la posibilidad de participar; entre la realidad y la ficciòn: podemos generar análisis crítico; entre el “nadie se hace cargo” y el “yo puedo solo”: la necesaria corresponsabilidad; entre lo mejor y lo peor: la opción de lo posible...
Santa Cruz ha sido la cuna del Frente para la Victoria, probablemente tanta obra pública ha cementado y sigue endureciendo la entraña de un proyecto que está destinado a ser presa de su propia prepotencia.
El año pasado en marzo me conmovía esta imagen de un poeta brasilero : “el rumor de un pueblo que despierta es más bello que el rocío” a lo que entonces yo agregaba : ya no importa cuánto tarde en despertar...está despertando! Quizás un año después, podríamos coincidir, en que el movimiento de nuestro pueblo despertando es más bello que lo que sugiere todo amanecer.
Un abrazo : Gabriela Mestelán.
martes, 3 de junio de 2008
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