Este proyecto se funda en la realidad que todos estamos viviendo: el flagelo de la inflación, que castiga primero a quien menos ingresos perciben y básicamente a quienes destinan su salario a la compra de los productos de la canasta básica familiar.
El IVA, un impuesto regresivo en tanto recae sobre los asalariados de mayores y menores ingresos por igual. Reducir este impuesto que pagan todos los consumidores, necesariamente debería significar una rebaja de los productos básicos de consumo masivo y popular. De esta manera se lograría un aumento del poder adquisitivo de los consumidores, no sólo de todos aquellos que están trabajando sino también, por ejemplo, de desocupados y jubilados.
Entendemos que el costo fiscal es ínfimo, dado que seguramente se venderían mas productos, por lo que en nada incidiría la rebaja pedida en los montos recaudados en la actualidad tomando en cuenta que hoy el Estado Nacional tiene un superávit fiscal importante en concepto de recaudación por este impuesto,.
Los productos que podrían ser contemplados en esta disminución del Impuesto al Valor Agregado a modo de ejemplo deberían ser, Entre otros:
+Productos de almacén a las galletitas saladas y dulces, arroz, harina de trigo, de maíz y otras, fideos, azúcar, mermeladas, lentejas, porotos, arvejas, salsa de tomate, aceite mezcla, bebidas edulcoradas, gaseosas sin edulcorar, sal fina y gruesa, vinagre, café, té y yerba.
+Cortes de carne, el asado, la carnaza, la carne picada, el cuadril, la falda con hueso, la nalga y la paleta, así como el pollo y el pescado.
+Productos frescos se incluirían los quesos frescos, crema y yogur entre otros.
Este proyecto trata de dar una solución a un problema que afecta cada vez más sectores de la sociedad y que preocupa, sobre todo teniendo en cuenta que las estadísticas que se manejan en Santa Cruz se basan en los vergonzosos índices del INDEC, que intentar desdibujar la realidad que contrastamos día a día.
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