miércoles, 28 de noviembre de 2007

Lectura recomendada


En la provincia que dio al país nada menos que dos Presidentes, consecutivos, impera un verdadero mapa de la incomunicación, la desinformación, y el desconocimiento en la mayoría de los ciudadanos respecto no solo de sus derechos, sino también de aquellas cuestiones que pasan en el poder.

La sociedad es víctima del discurso único y de la carencia casi absoluta de libertad para expresarse.

Si bien este cuadro se repite a escala nacional, en Santa Cruz la cosa se profundiza por imperio de la censura directa o indirecta que existe en los medios donde las voces críticas de políticos, periodistas, y del ciudadano común, son silenciadas burdamente, a la vez que el mismo poder censor puebla el espacio aéreo –sin exagerar- con el rechinar de alaridos oficialistas rentados que taladran los oídos y las cabezas con el mensaje “el gobierno hace todo bien todos los días”.

Detrás está la gente

Que tiene que autoabastecerse de información si quiere ser un sujeto libre y responsable.

Despejar la maleza de lo tendencioso y de la síntesis engañosa. Perfilarse hacia uno y otro lado para ver como viene la mano.

“El fin del periodismo y otras buenas noticias” es una reciente publicación de la organización periodística Lavaca cuyo sitio en Internet es www.lavaca.org

Entre otros temas, el libro invita a pensar en que “lo que se llamó genéricamente medios masivos de comunicación se ha transformado en una cosa bien diferente: en medios masivos de formación de opinión. Es decir, en dispositivos de control social. De eso se trata lo que llamamos capitalismo mediático: la construcción de poder basada en controlar, restringir y clasificar los flujos de información”.

Describe, además, “una de las más formidables creaciones sociales de comunicación, la web. La red mundial de redes, que no fue producto de ninguna empresa ni gobierno (al contrario, llegaron siempre tarde a cada avance, o directamente se opusieron) sino que fue impulsada por la necesidad social de compartir información a partir de las nuevas formas de relación de sus mentores con el trabajo, el tiempo, el dinero, el aprendizaje y la ética”.

En este marco surgió OPI Santa Cruz por ejemplo. Y en radio, FM News y Cadena 3, que se sumaron a la persistente FM Abril que con solo 4 años de aire ya forma parte de la historia de la resistencia al régimen K.

Porque está hecho por gente que supo privilegiar lo natural en un medio de información: La información.

Y supo a la vez, entender que una empresa de medios no es un kiosco ni mucho menos una compraventa de acciones editoriales.

Que es necesario el dinero para financiar una estructura periodística, y no al revés, montar una estructura periodística para hacer dinero.

El fin del periodismo y otras buenas noticias” es un rechazo a la enfermedad de la queja y la impotencia. Acaso una puesta en práctica de una de las citas de Zygmunt Bauman: “Para poder atreverse a correr riesgos, para tener el valor que requiere elegir, se necesita esa triple confianza: en uno mismo, en los demás y en la sociedad”.

El fin del periodismo es en definitiva, solo el comienzo.

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