Se postulan y son elegidos, pero después prefieren otros destinos

Muchas veces dijimos que la indiferencia que la ciudadanía manifiesta por los cargos legislativos está originada en el desprecio que los gobiernos le dispensan a uno de los tres poderes que constituyen la base fundamental de toda república.

Un ejemplo más es lo que publicó La Nación hace algunos días:

"Hace dos años, después de hamacarse entre la banca de diputado para la que había sido votado y la embajada argentina en París que le había sido ofrecida, Rafael Bielsa categorizó la posibilidad de no asumir un mandato popular como un tema "moral". Así se lo presentó en una carta al Presidente.
Ahora, el dilema moral planteado por el ex canciller ataca de nuevo: el Gobierno ofrece cargos varios a sus legisladores electos. Primer caso: Carlos Tomada, ratificado en el Ministerio de Trabajo. Caso 2: Florencio Randazzo, designado ministro del Interior. Caso 3: Ginés González García, próximo embajador en Chile. Caso 4: Jorge Rivas, confirmado como vicejefe de Gabinete. Caso 5: Roberto Urquía, diputado electo, pero fundamental para el oficialismo en su actual banca de senador; seguirá en la Cámara alta. Se postularon y la sociedad los eligió, pero el Gobierno les ofrece un destino más seductor".

En Santa Cruz, pequeño manual de kirchnerismo ilustrado de lo que cada vez mas notoria y desembozadamente sucede en el gobierno nacional, cunden los malos ejemplos sobre “para qué sirven los legisladores del Frente para la Victoria una vez electos” : en el mejor de los casos pasan a ser simples levantamanos justificadores y legitimadores de cuanto desmán se le ocurra al Ejecutivo.

Cuando no, ni siquiera alcanzan a asumir y ya están limpiando un escritorio para asumir en otro destino para el que no fueron electos, burlando la voluntad del votante a quien de última parece importante bien poco. Eso si se enteran.

Ni hablar de los abandónicos, los que directamente emigran y si te visto no me acuerdo, tal es el caso de Alicia Kirchner que en Octubre 2005 fue electa senadora por Santa Cruz, y a los pocos meses retomó sus funciones en el Ministerio de Acción Social, dejando a la provincia sin una de sus tres representaciones durante casi medio período.

Y uno los pierde de vista. Hasta que un día aparece la noticia:

JURARÁN 24 NUEVOS SENADORES
"Banicevich jura hoy en lugar de Alicia" (¡Un año y medio después ..!)
En el Senado de la Nación. El ex intendente y diputado de 28 de Noviembre ocupará así, finalmente, la banca que ganara Alicia Kirchner en el 2005 y que ocupara por poco tiempo antes de reasumir frente al Ministerio de Desarrollo Social. Junto a él, jurarán también 23 senadores más.
Hoy, 28 de noviembre, jurarán los 24 nuevos senadores elegidos en los comicios del 28 de octubre último, junto a cuatro suplentes, que pondrán a Cristina Fernández de Kirchner en una situación de privilegio con relación a sus antecesores en la primera magistratura desde el retorno de la democracia, en 1983: la bancada oficialista y sus aliados quedarán a tan solo un voto de los dos tercios de la Cámara alta, integrada por 72 miembros.
El dato no es menor si se toma en cuenta que esos 48 votos son la mayoría requerida para aprobar reformas de leyes estratégicas, como las relacionadas con el sistema electoral y, tal vez la más importante, la aprobación de una ley que impulse una nueva reforma constitucional. (???)
Así, otras cuatro provincias verán asumir a senadores suplentes. El caso más emblemático es el de Buenos Aires, cuya representación abandonará la primera dama (recordemos que Cristina Fernández fué electa Senadora por Buenos Aires cuando era Senadora por Santa Cruz y quizás por esta doble corona no votó en ninguno de los dos distritos). Su lugar será ocupado por el actual embajador en Francia, Eric Calcagno. También asumirán los suplentes Eduardo Torres (Misiones), Mónica Troadello (Mendoza) y Jorge Banicevich (Santa Cruz), quienes reemplazarán a los gobernadores electos Maurice Closs y Celso Jaque, y a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, respectivamente.

Opiniones sobre el fraude

"Está mal que se incluya en una lista legislativa a un dirigente que de movida se sabe que no va a asumir. Es políticamente incorrecto, pero también es cierto que no existe sanción ni social ni electoral para quienes realizan estas maniobras", evaluó el analista político Rosendo Fraga.

Como no hay costo político, el constitucionalista Daniel Sabsay sugirió que debería imponerse algún tipo de sanción para estos casos. "Dado que esta violación al designio de la sociedad se produce de manera generalizada, debería existir una legislación que lo prohíba y lo sancione. Yo inhabilitaría por equis tiempo para un cargo público a quien lo hiciera", propuso.
Sabsay agregó: "el sistema de la lista sábana se convierte en una trampa. Una figura en los primeros lugares de la lista es «atrapavotos». Pero si después se va y sube otro, también es una defraudación".

¡Cuantas cosas hay que volver a su lugar para que volvamos a ser un país sencillamente normal! ¿No?