Y Paguele Fuerte

Antonio Brufau Presidente de Repsol Argentina Kirchner presidente de . . .

El portal español Cotizalia informa sobre el fuerte impacto del aumento en las retenciones a la exportación de petróleo en uno de los negocios más demorados y esperados del último tiempo: la adquisición del empresario Enrique Eskenazi del porcentaje de YPF que Repsol saca a la venta. De por sí, ya aparece clara la postura del otro lado del Atlántico en el título: “La última de Kirchner a Repsol: la subida de impuestos daña el valor de YPF y abarata la compra de Eskenazi”.

Repsol YPF no exporta crudo desde Argentina, y en lo que va de año ha vendido al exterior combustible refinado localmente (naftas) por importe de unos 1.050 millones de dólares, por lo que el impacto citado será mínimo. En Buenos Aires, sin embargo, la última medida fiscal adoptada por el presidente saliente ha levantado numerosas especulaciones, casi todas escandalosas, que apuntan a la intención de Kirchner de hacer un último favor a su amigo el empresario Enrique Eskenazi, para que le resulte más barato la compra del 25% de YPF que en estos momentos negocia con Repsol.

Con la nueva subida de las retenciones, que podría significar un aumento de los ingresos del fisco del entorno de los 4.000 millones de pesos, el precio local de referencia y el de exportación se equiparan, con lo cual ya no tendrá sentido para Repsol YPF continuar vendiendo sus naftas en otros mercados que no sea el argentino, lo que se traducirá en un recorte de sus ingresos.

Allegados a la operación –que según informó el martes Miguel Martínez, número dos de la empresa, estaría cerrada a fines de julio– sostienen que el grupo de Eskenazi ya presentó una propuesta a Repsol. Uno de los puntos contempla que su entrada destrabe el ingreso de petroleras pequeñas (argentinas, preferiblemente) a los yacimientos que Repsol puso en venta en 2006. Se trata de 37 bloques considerados no estratégicos, que representan cerca de un 4% de su producción local. En el mercado aseguran que Eskenazi tiene un plan de negocios en el que da cabida a empresas de menor tamaño, como quiere el Gobierno. El banquero dio muestras de haberse ganado el apoyo oficial. El Banco de Santa Cruz fue el depositario de los US$ 594,13 millones de la provincia del Presidente, que Néstor Kirchner colocó en el exterior antes de la crisis de 2001 y repatrió en 2005. Además, la provincia tiene un 49% de la entidad bancaria (el otro 51% está en manos del Banco San Juan). Dijo Eskenazi a LA NACION ¿Usted lo dice porque se ha dicho que detrás está el Gobierno? –Pero qué Gobierno... Escúcheme, la operación tiene que ser aprobada por cinco entes. ¿Cree que aprobarían cualquier cosa? Repsol es una empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York; esto tiene que ser aprobado por la SEC [Securities Exchange Commission, la comisión nacional de valores de los Estados Unidos], por los propios accionistas, por los españoles, también por Kirchner, que es el presidente de la Argentina y tiene el poder de veto... Señores, ¿y si después de todo esto que se dice no lo aprueban? –¿Cree que la operación se puede caer por la prensa? –Sí, esto no ayuda. Se han escrito muchas cosas falsas. En LA NACION, por ejemplo, en la nota del domingo pasado, me han puesto al lado de empresarios que son otra cosa. Esto debería ser para festejar como país, tendríamos que estar en la tapa de The New York Times, pero aparecemos en la última página, casi en la página delictiva de LA NACION... –Bueno, salió varias veces en la tapa de LA NACION. –Sí, pero mal planteado. Se han dicho muchas inexactitudes. Mire, el periodismo se tiene que transformar de adentro hacia afuera. Aprovecho para decírselo porque usted es joven. Y, en el futuro, tiene la posibilidad de ser un gran periodista o un fracaso. –¿No son un grupo cercano al Gobierno? Son dueños del Banco de Santa Cruz... –[Interrumpe] Mire, ¿quiere saber la historia del Banco Santa Cruz? Estaba muy mal y, cuando lo adquirimos, el gobierno provincial se quedó con el 49 por ciento y nosotros con el resto. Yo no conocía a Kirchner. Y, el día en que nos hicimos cargo, le dije que elevaríamos al banco de categoría, pero que ponía una condición: "No interfieran". Nos pusimos a trabajar y, tiempo después, cuando la calificadora de riesgo Fitch nos puso en categoría A menos, lo llamé y le dije: "Cumplí". El me contestó: "Yo también". Me dicen que soy kirchnerista. Yo no soy kirchnerista. ¿Qué significa ser kirchnerista? ¿Admirar a una persona? Yo creo que Kirchner es un gran administrador, es cierto. Nunca lo tuvimos acá; creo que es el primer presidente de la Argentina que tiene esas características. Y un negociador duro. Bueno, y con el carácter que todos le conocemos... Yo tengo muchas diferencias políticas con él. Claro, no voy a negarle que, si usted tiene un socio, lo tiene que conocer... –¿Y cómo comprará el 25 por ciento de YPF? –Con aportes de la banca extranjera, se lo estoy diciendo. Hay grupos dispuestos a financiarnos en esta operación. –Pero es mucha plata. ¿Le prestan lo que vale? –Le estoy diciendo que confían en nosotros. Esa plata es mucho dinero. No la tiene ni el Banco Nación. Hay confianza. –¿Y usted puede conseguirla? –Por supuesto. De la banca internacional. Es importante que entienda que hay mucha seriedad en el proyecto. No se trata de un negocio ajeno a nosotros, no somos empresarios improvisados. Tenemos una petrolera, ¿lo sabía? -Sí. -Ah, y yo soy ingeniero. Le digo que yo sí soy ingeniero. Puedo mostrarle la matrícula. A propósito, ¿tendrá que ver con estos negocios los padecimientos por la falta de combustibles que estamos sufriendo los santacruceños ultimamente?